Mi tía Dominga Quintupill, fallecida el año pasado a los 94 años, me contó que cuando ella era niña el cementerio no tenía cerco y que había puros hombres de palo (cemamvj). En ese tiempo no había cruces.
Debió ser por los años 50, cuando se construyeron los primeros "mausoleos". En los 60, cuando yo fui niño, se vi cómo construían algunos de ellos: una armazón de material sólido que era pintado invariablemente de color blanco. Muerto con mausoleo, además de un cariño al fallecido/a, era - también - demostración de cierto bienestar económico. En ese tiempo era común que a los muertos les hicieran una reja de madera. Las tablas eran de pellín y los pocos hombres que se dedicaban a ese trabajo las cortaban con sierra de vuelta. De ese modo lograban hermosas formas que recuerdan al sol, aves y otras figuras. Invariablemente, las tablas que formaban la reja y los esquineros tenían la forma de un rombo en la parte superior, que recuerda a los cemamvj. Las cruces, la mayoría, también llevaban (y llevan) ese detalle.
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