Poema de Cristian Antillanca
Ya sabíamos que andaba rondando
Al comienzo por las noches
Perdiendo todo sentido del recato
aparecía mañana y tarde
Cuando te creímos habituado
a su tonada falaz
En una noche de calma
te tronchaste
como alerce
y ni siquiera te estribaste.
De: La tarde cae en las hojas de los árboles (Ediciones Nolmen, 2006)
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